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siento tus manos en las caricias del viento

martes, 28 de diciembre de 2010

Cuando el Honor obliga

A veces uno se obsesiona con sus héroes y los ideales que personifican..... Sin embargo:
"Los héroes ya murieron" solía decirme mi coach, "el Converse", refiriéndose a mi terquedad de entrenar con una lesión crónica en lugar de descansar y limitar mi actividad a la terapia. EL resultado de mi terquedad fue una fractura. Debido a que los músculos de mi pierna izquierda estaban tan dañados, la compensación motriz que el cuerpo suele realizar semi-inconscientemente le cedió la mayor parte del esfuerzo cotidiano a mi pierna derecha, cosa que no noté...pero lo fue cuando me fracturé todos los dedos del pie izquierdo en una jugada que, quedaba en la sombra si comparábamos los golpes de los que antes había sido objeto mi pierna. Esto viene a colación de que a veces es necesario retirarse un tiempo, descansar y pensar. Usemos el eufemismo de Retirada estratégica.
Pero... ¿Es Realmente necesario ésto?
Sinceramente nunca me ha agradado retirarme, detenerme y mucho menos rendirme. Aunque bien, es cierto que, dicha testarudez me ha traído más de una vez consecuencias poco agradables. Muchas veces, al forzar las situaciones, uno parece querer liberarse de los hilos del destino (si es que existe algo así) y al hacerlo a veces uno queda tan enredado en esos hilos que se hace más daño.... Es algo así como un títere, que de repente cobra vida en medio de las demás marionetas, y al darse cuenta que no quiere estar colgado con los demás intenta liberarse frenéticamente quedando enredado en no solo sus propios hilos, sino en los de los títeres cercanos a él; su inexperiencia e ignorancia achacadas a sus probables 5 minutos de vida lo llevan a esto. Sin embargo, si ese títere se hubiera detenido a ver a su alrededor, posiblemente hubiera encontrado una salida más viable, como quizás, trepar por sus propios hilos y una vez arriba escapar. Pero el "hubiera" no existe. La realidad es que uno a veces debe detenerse, frenar sus caballos, y pensar las cosas fríamente. Cederle el paso a los sentimientos a veces puede ser perjudicial, pero nadie ha nacido sabiendo vivir para saber qué hacer en cualquier situación. No me considero un hombre religioso, pero sí espiritual, es por eso que parafrasearé lo que dice la Biblia con respecto al corazón... "el corazón es traicionero". Y al decir corazón no me refiero al amor necesariamente, sino a los sentimientos en general. Un ser humano que piensa con el corazón es propenso a morir por él. A veces nuestra inexperiencia y falta de prudencia nos llevan a la perdición.
Detenerse a pensar antes de actuar y hablar no sólo es algo que muchos quisiéramos hacer. Es algo que deberíamos hacer. Es hacer escuchar la voluntad del corazón a través de la voz de la mente. Es nivelar el pasional calor del sentimiento con la cruda frialdad de la mente (busquemos un equilibrio).
Pero... ¿a qué vinieron los héroes al principio de este pequeño escrito?
Los héroes son los seres cuya sombra soñamos ocupar. A veces este sentimiento es tan fuerte en unas personas (como yo) que la vida parece ser una constante frustración al querer vivir la vida de alguien más. Sin embargo creo que deberíamos matar a nuestros héroes (en sentido figurado claro está)y darles sepultura en nuestro corazón, para que no sea su piel la que queramos usar a manera de nuestra, sino para que desde dentro de nuestro corazón inspiren nuestros actos.

A veces he sentido la necesidad de dejarlo todo...de rendirme, tirar la toalla; irme lejos y pensar, evidenciar mis errores, escribirlos en mi carne y volver a empezar.

No hay vergüenza ni deshonor en la la derrota. No hay derrota de la que no se aprenda más que mil victorias.

El sabor de la victoria es más dulce, una vez que llegamos a encontrar la dulzura oculta en la derrota.


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